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13 enero 2021

[EMERGENCIAS MEDIOAMBIENTALES] Aseguramiento de una antigua planta industrial contaminada por mercurio

A finales de 2020, la ADEME encomendó a los equipos de Séché Urgencias Intervenciones (SUI) la misión de asegurar una antigua planta de producción de lejía en el departamento francés de la Somme (80). Para tratar los edificios deteriorados, las instalaciones de producción, los suelos y las aguas —todos ellos contaminados por mercurio, amianto y PCB—, fue necesaria la experiencia de nuestros especialistas en riesgos químicos.

Las condiciones de esta antigua planta industrial de fabricación de lejía, puesta en liquidación concursal en 2018, no hacían más que empeorar. Con el paso de los años, su propio deterioro, sumado a los robos y el vandalismo, causó estragos y malogró sus infraestructuras. El proceso de fabricación del hipoclorito de sodio (lejía) implica cantidades significativas de mercurioriesgos para la salud de las personas que trabajan en el proceso y riesgos para el medio ambiente; todos estos factores llevaron a la prefectura a emitir, en septiembre de 2020, un decreto para proceder a una intervención de emergencia.

UN PROYECTO MULTIDISCIPLINARIO PARTICULARMENTE COMPLEJO

Por su amplia experiencia en el ámbito de la contaminación por mercurio, la ADEME eligió para esta misión a los equipos de Séché Urgencias Intervenciones (SUI), quienes, una vez allí, se encontraron con una situación compleja: un techo degradado y que había dispersado residuos de fibrocemento con amianto; y una planta que no solo contenía mercurio y tierras mercuriales, sino que también albergaba transformadores de policlorobifenilo (PCB) y aguas contaminadas.

Durante todas las operaciones, los equipos debían llevar máscaras filtrantes con cartuchos específicos para el mercurio y combinaciones especiales. Todos los empleados disponían de un equipo de protección doble. Las duchas de descontaminación y las higiénicas eran obligatorias al salir de la zona contaminada.

Primera emergencia: asegurar el lugar. Había que impedir cualquier nueva intrusión y todo acto de vandalismo. Se clausuraron varios accesos, se reparó la alambrada y se instalaron barreras. También se colocaron paneles para informar de la presencia de mercurio y disuadir así a los más temerarios.

Una vez hecho esto pudieron dar comienzo los trabajos de descontaminación, cuyo primer objetivo era impedir una mayor dispersión de las fibras de amianto, que son altamente cancerígenas. Los escombros se recogieron, se acondicionaron en bolsas y se enviaron a un centro de tratamiento especializado.

ASPIRACIÓN DEL MERCURIO

A continuación, entraron en acción los aspiradores con filtro de muy alta eficacia (HEPA), equipados con carbón activo, para recuperar el mercurio presente en todo el edificio de producción, para lo que se necesitaron varias pasadas. De hecho, tras cada aspiración, el mercurio se elevaba de forma natural del suelo, que estaba repleto de este material. Al mismo tiempo, se recogieron y se evacuaron los residuos de tierras mercuriales halladas en diversos emplazamientos. En total, se transportaron cerca de 600 kg de mercurio puro y 12 toneladas de tierras mercuriales con destino a la plataforma de residuos peligrosos de Trédi Hombourg (68).

La siguiente actuación de los equipos se centró en los transformadores. Primero hubo que vaciar el aceite contaminante (el PCB) y luego se retiró con la ayuda de un camión grúa específico equipado con bandejas de retención para evitar fugas. Su destino: el centro de tratamiento de Trédi Saint Vulbas (01).

A continuación, fue el turno de los 27 contenedores de 1000 litros llenos de productos con una alta concentración de mercurio, almacenados en la planta y abandonados allí desde su cierre. Para su retirada se llevó a cabo una compleja operación de reacondicionamiento, que incluyó el bombeo de los líquidos y la posterior transferencia de los lodos a nuevos depósitos.

EVACUACIÓN DE LAS AGUAS CONTAMINADAS

Aún quedaba por resolver el problema de la gestión de las aguas: la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de la fábrica llevaba tiempo inactiva y uno de sus depósitos estaba lleno de agua contaminada y lodos contaminados por mercurio y amianto. Los equipos de SUI necesitaron 3 días y 5 cisternas para bombear las 120 toneladas de agua y para acondicionar los 6 m3 de lodo y los 20 kg de amianto hallados en el fondo del depósito.

Para concluir esta operación de emergencia, los especialistas de SUI también se encargaron de emitir sus recomendaciones para la continuación de los trabajos: confinamiento de determinadas zonas para limitar la dispersión del vapor de mercurio, reparación del techo para evitar la entrada de agua pluvial en el taller, purga y desmantelamiento de las canalizaciones, instalación de un nuevo sistema de tratamiento de aguas, etc. Todavía queda mucho por hacer antes proceder a una rehabilitación integral de la planta, ¡pero ese es el comienzo de otra historia!

 

LES MOYENS MOBILISÉS
5 empleados formados y capacitados en materia de riesgos por mercurio
Aspiradores con filtro HEPA con carbón activo
Análisis continuo de los índices de vapor de mercurio en el aire
Sistema de ventilación para aspirar los vapores de mercurio
Equipos de protección individual (EPI), incluidas máscaras con cartuchos de filtración específicos

Aseguramiento de la planta Vaciado de los transformadores Aspiradores con filtro HEPA

La única manera de tener éxito y realizar las operaciones en las mejores condiciones de seguridad en un proyecto «multirriesgo» tan complejo como este es con un equipo experimentado, formado y capacitado para afrontar los riesgos que suponen el mercurio y el amianto, y habituado a llevar aparatos respiratorios aislantes.

Séché Urgencias Intervenciones está dirigido por expertos que dominan los riesgos químicos en todo el proceso de descontaminación, capaces de asegurar el manejo de cualquier material (aguas, lodos, escombros, etc.), su retirada y su traslado a las instalaciones de tratamiento específicas; además, cuenta con la certificación de las normas ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001.

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